Uno de los casos más conocidos y a la vez desconocidos sobre la epilepsia, es el exorcismo de Anneliese Michel; o más conocido como el "Exorcismo de Emily Rose" (gracias a la película de Scott Derrickson).
Emily Rose en realidad se llamaba Anneliese Michel, disfrutó de una infancia feliz, bajo los dictámenes del catolicismo (Anneliese era una ferviente católica, hasta el punto de dormir en el suelo como castigo por los pecados del mundo). A los 16 años su vida cambió por completo al notar que no controlaba su cuerpo debido a los temblores. Sus padres decidieron llevarla a un hospital psiquiátrico, donde los médicos le diagnosticaron epilepsia (o como era conocido antes: "el gran mal"). Continuaron las convulsiones y Anneliese se sumergió en una profunda depresión. En su tercera crisis epiléptica decidieron internarla en el hospital, dónde empezó el tratamiento con anticomiciales. La familia de Anneliese, y ella empezaron a pensar que su enfermedad era algo más que eso, centrándose en fenómenos paranormales, y explicando su situación como un castigo de Dios para el mundo, en el cual ella era la persona que iba a demostrar que existen demonios.