La
epilepsia canina es una de las enfermedades neurológicas más antiguas que se
conocen. La epilepsia canina se manifiesta por movimientos corporales no
coordinados, pérdida o alteración de la conciencia y en ocasiones
hiperactividad del sistema nervioso autóctono. El origen de un foco epiléptico
puede ser por un defecto congénito, traumas, alteraciones inflamatorias debidas
a enfermedades infecciosas, abscesos, neoplasias o alteraciones vasculares.