Los antiguos griegos consideraban la enfermedad como algo sobrenatural, por eso la denominaban la enfermedad divina, ya que según sus creencias, sólo un dios podía arrojar a las personas al suelo, producirles convulsiones y recuperarse después prácticamente ilesos. Hipócrates argumentó contra esta idea, afirmando que esta enfermedad tenía causa muy naturales, y que tan sólo se la consideraba algo sagrado por la imposibilidad de comprenderla y por la ineficacia de sus métodos de curación.
Durante los 2000 años siguientes se elaboraron distintas teorías sobre la causa de la epilepsia.
Una teoría, vigente en la época de Cristo, sostenía que los epilépticos estaban poseídos por espíritus y demonios. Se acostumbraba escupir a las personas enfermas como medida de protección para alejar los espíritus diabólicos. Además, se pensaba que los cuerpos celestes influían en la aparición de las crisis epilépticas, por eso en esta época, se solía denominar a la enfermedad como "enfermedad de la luna".
Durante miles de años, la humanidad se vió fascinada por los líquidos corporales. Se pensaba que la causa de la epilepsia era una sobreproducción de uno de ellos, la flema, en las arterias que conducían a la cabeza, provocando así un corte de aire. Se consideraba que el lugar de formación de la flema era donde comenzaban las convulsiones. Como tratamiento se utilizaba un torniquete e incluso se recurría a la amputación. Pero, si las crisis no tenían un comienzo localizado, se utilizaba un método más drástico para la eliminación de la flema: la trepanación; perforación del cráneo para crear un drenaje en la parte posterior del cerebro.
En otra época, también se llegó a pensar que la epilepsia era una enfermedad infecciosa, causada por toxinas que atacaban el cuerpo desde afuera. Las convulsiones eran el intento del cuerpo de liberarse de éstas. Se inculcó de esta forma una creciente discriminación social contra los que padecían la enfermedad.
Será a partir del siglo XIX cuando la epilepsia comience a ser considerada una enfermedad de origen natural. El desarrollo de pruebas útiles para su diagnóstico, como el electroencefalograma, y el hecho de que la neurología emergiese como una disciplina distinta a la psiquiatría, permitieron que se considerase a la epilepsia una enfermedad neurológica.
que buen articulo los felicito, la verdad yo no conocía toda esta historia, a pesar de que padezco de Epilepsia hace ya 22 años. Gracias por la información.
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