Deportes y epilepsia

El deporte ayuda a mantenerse en forma y mejora la autoestima de la persona con epilepsia, especialmente en niños, ya que debido a sus crisis no pueden realizar una vida independiente. Aunque se debe animar a que realice algún deporte, existen deportes que puedan resultar peligrosos para pacientes con epilepsia. Por eso es importante elegir un deporte que no implique riesgo de lesionarse o ahogarse en caso de una pérdida de conocimiento imprevista.

Deportes no arriesgados:

·         Tenis

·         Atletismo

·         Juegos de equipo: fútbol, balonmano, baloncesto etc.

·         Bolos

·         Danza

·         Ping-pong

Deportes arriesgados:

·         Surf

·         Vela

·         Natación

·         Tiro con arco

·         Caza

·         Escalada

·         Esquí acuático

·         Saltos de esquí

·         Paracaidismo

·         Automovilismo o motociclismo

Tampoco existen estudios que demuestren que los deportes de contacto como el rugby o el hockey entre otros, induzcan crisis epilépticas, por lo que las personas que padezcan epilepsia no tienen por qué excluirse de estos deportes.

Los deportes acuáticos como la natación son considerados seguros, siempre y cuando las crisis estén controladas y el paciente esté acompañado en todo momento por alguien que le supervise de forma directa.

En el caso de la equitación o el ciclismo, deben tomar ciertas precauciones; haciendo uso de cascos y protectores de piernas y rodillas, para prevenir posibles fracturas tras una caída durante una crisis epiléptica.

¿El aumento de la respiración produce crisis?

No. El aumento de la ventilación que se produce durante el ejercicio no tiene nada que ver con la hiperventilación que se usa durante los registros de EEG para provocar anomalías epileptiformes. La respiración acelerada durante la realización de un deporte responde al aumento de necesidad de oxígeno del cuerpo producido por el aumento de trabajo que realizan los músculos.

Igual que existen distintos tipos de crisis epilépticas, existen variaciones entre un enfermo y otro, por ello cada caso debe estudiarse individualmente, adaptando el ejercicio a las limitaciones que tenga esa determinada persona. Si el paciente tiene las crisis controladas no necesita restricciones especiales en el deporte. Pero si tiene crisis frecuentes es importante vigilarlos mientras realizan deporte para que no sufran ningún peligro. Practicar deporte al aire libre es muy saludable en el transcurso de la epilepsia. A veces las crisis epilépticas aparecen cuando la persona tiene poca actividad física o psíquica.

Conviene practicar deportes colectivos donde el entrenador y sus compañeros sepan actuar en caso de una crisis epiléptica.

Imprimir