Prevención

Seguir un tratamiento después del primer o segundo ataque puede prevenir la epilepsia en algunos casos.

Unos buenos cuidados prenatales, incluyendo el tratamiento de la tensión alta e infecciones durante el embarazo, pueden prevenir daños

durante el desarrollo del bebé, que conduzcan a una posterior epilepsia u otros problemas neurológicos.

cerebrales

El tratamiento de enfermedades cardiovasculares, tensión alta, infecciones y otros trastornos que puedan afectar al cerebro durante la madurez y la vejez también puede prevenir muchos casos de epilepsia en adultos.

Identificar los genes implicados en muchos trastornos neurológicos puede prevenir muchos casos de epilepsia.

Sin embargo, en las personas que ya padecen la epilepsia no existe una forma clara de prevención de las crisis convulsivas, aunque una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y no consumir drogas o alcohol puede hacerlas disminuir.

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