"Si nosotros gobernáramos, todos temblarían" (Epilépticos Anónimos)

lunes, 26 de diciembre de 2011

Crisis de ausencia

Es una alteración breve de la función del cerebro, de corta duración (15 segundos), debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro.
Es más común en personas menores de 20 años, aunque el rango de edad dónde ocurren más episodios es entre los 6 y 12 años. 
Pueden ocurrir asociadas a otros tipos de crisis epilépticas, como convulsiones tónico-clónicas generalizadas, espasmos musculares (mioclonía) o la pérdida de repente de fuerza muscular.


Los episodios pueden:
  • Ocurrir muchas veces al día.
  • Presentarse durante semanas a meses antes de que se noten.
  • Interferir con el aprendizaje y el desempeño escolar.
  • Tomarse erróneamente como falta de atención u otro mal comportamiento.
Las dificultades inexplicables en la escuela y los problemas de aprendizaje pueden ser el primer indicio de las ausencias típicas.
Durante la convulsión, el niño puede:
  • Dejar de caminar y empezar de nuevo después de unos segundos.
  • Dejar de hablar en medio de una frase y comenzar de nuevo unos segundos más tarde.
  • La persona por lo regular no se cae durante la convulsión.
Inmediatamente después de la convulsión, la persona por lo regular:
  • Está bien despierta.
  • Está pensando claramente.
  • No es consciente de la convulsión.
Los síntomas de las ausencias típicas pueden abarcar:
  • Cambios en la actividad muscular, como:
    • ausencia de movimiento.
    • torpeza con las manos.
    • temblor palpebral.
    • chasquido de labios.
    • masticación.
  • Cambios en la lucidez mental (estado de conciencia):
    • episodios de mirada fija o ausencias.
    • falta de conciencia de los alrededores.
    • interrupción repentina en el movimiento, el discurso y otras actividades estando despierto.
    • en algunos casos, pueden ser provocados por hiperventilación o luces destellantes.
Las ausencias atípicas comienzan de manera más lenta y duran más tiempo. Los síntomas son similares, pero los cambios en la actividad muscular pueden ser más notorios.
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1 comentario:

  1. En mi caso, comencé a sufrir ausencias a lso 16 años.
    Me ocurrían muchas veces al día, duraban pocos segundos, pero eran brutales.
    Si estaba hablando me quedaba tartamudeando la ultima sílaba que había pronunciado.
    Si estaba andando tropezaba o me caía a veces.
    En realidad, no creo que fuesen crisis de ausencia en sí. Creo que eran auténticas crisis comiciales con pérdida de conocimiento, que duraban apenas uno o dos segundos. El Neurólogo al que acudí no fue capaz de diagnosticarme la epilepsia, solo me recetó Valium. Las ausencias continuaron hasta que tuve mi primera crisis de Grand Mal.

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